sábado, 2 de octubre de 2010

Orgullo


Nos podemos pelear, aunque, no sirve de nada... sigamos nuestro camino
 
Como la vida misma... A veces uno se pone a pelear o discutir por cosas sin mucha importancia y cuando bajas la barrera de tu orgullo te das cuenta de que realmente no sirve de nada, es mejor proseguir el camino. Algunos pedrián perdon porque realmente se dieron cuenta de que pelearon por tonterías y se pusieron bravos por motivos estúpidos. Otros no pedirán perdón porque siguen convencidos de que llevaban la razón. Independientemente, estar enfadado con alguien es molesto y consume más energia que dedicarse a llegar a un objetivo personal o común.

P.D. Los que siguen convencidos de que llevaban la razón volverán a caer en el mismo pozo y el orgullo les cegará para con muchos aspectos de su vida. A veces tragarse el orgullo y pedir perdon es doloroso para el ego que se alimenta de victorias sin sentido.

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